ESTUDIO Participación política de las mujeres en Cuba: normas de género, representación y violencia política en el imaginario social de las mujeres de 18 a 65 años D R . A RÍSTIDES A. V ARA H ORNA 2019 4 NOVResumen Mediante un cuestionario estructurado vía aplicativo móvil se encuestó a 1 222 mujeres entre 18 y 65 años, distribuidas en todas las regiones de Cuba, para describir el imagina- rio social de las mujeres sobre su intención de participar en política, en función de dos variables facilitadoras (igual- dad de oportunidades y actitudes inclusivas) y dos variables restrictoras (violencia contra las mujeres en política y pre- juicios de género). Se ha encontrado que 8 de cada 10 muje- res tienen un alto interés por la política, siendo un aspecto importante en sus vidas; sin embargo, solo 1 de cada 10 ma- nifiesta una intención permanente por participar. En esce- narios donde la mujer ve más violencia contra las mujeres en política, donde percibe menos igualdad de oportunida- des de participación y se siente menos representada, ten- drá menor intención de participar en política. Este parece ser el imaginario de 4 de cada 10 mujeres en Cuba, un gru- po hasta ahora invisibilizado por las encuestas tradiciona- les y cuya presencia contradice el imaginario hegemónico de un país que pregona ser igualitario con las mujeres. En este grupo, la probabilidad de participar en política se ha visto reducida a más de la mitad (de 24,6 % a 11,5 %). Palabras clave: representación política, violencia contra las mujeres, Cuba, imaginario.Participación política de las mujeres en Cuba... D r . A rístiDes A. V ArA H ornA 3 1. INTRODUCCIÓN Según las estadísticas oficiales, Cuba ha he- cho grandes avances en igualdad de géne- ro (Stephens, 2013). Es el segundo país con la mayor cantidad de mujeres en la Asamblea Nacional del Poder Popular (53,2 %), tiene uno de los mayores porcentajes de mujeres con educación superior y están bien repre- sentadas en campos profesionales como pro- fesoras, médicas, economistas, entre otros. Sin embargo, a pesar de los cambios que se produjeron oficialmente después de la Revo- lución cubana de 1959 con respecto al género, la cultura patriarcal se mantiene preponde- rante, pues aún se espera que las mujeres se hagan cargo de las obligaciones domésticas y de cuidado, incluso si tienen un trabajo de tiempo completo (Hernández-Truyol, 2017). Además, las mujeres empleadas en Cuba no tienen posiciones de poder, ni políticas ni mo- netarias. En efecto, las profesiones que gene- ralmente son sinónimo de riqueza y poder no producen la misma recompensa económica, pues las doctoras y profesoras, entre otras, son técnicamente empleadas por el Estado y, por lo tanto, ganan un salario de aproximada- mente 50 USD por mes. A diferencia de lo que afirma el Gobier- no, la igualdad de género está muy lejos de ser una realidad (AAUW, 2011; Grogg, 2014, 2015; Rose, 2015). La mayoría de las cuba- nas no cree que haya sexismo porque creció oyendo que fue erradicado por la Revolución. Existe una fuerte y sistemática propaganda social y control de medios e información que distorsiona significativamente las percepcio- nes sobre la realidad y que es reforzada por encuestas oficiales que reafirman lo propa- gado. Por ejemplo, en la Encuesta Nacional sobre Igualdad de Género (2016), el 89,4 % de las personas considera que en Cuba se aplican leyes que protegen a las mujeres, y el 89,2 % opina que existen políticas y acciones especí- ficas a favor de ellas. Sin embargo, esto no se condice con la realidad. Aún hay altos niveles de acoso sexual callejero (Oxfam, 2018), y ante los casos de violencia doméstica la policía no sabe cómo intervenir. Esto es así porque en Cuba no existe una ley especial de violencia de género, lo que hace muy difícil promover la prevención, reconocer la violencia, registrar- la o atenderla. La violencia contra las mujeres parece no ser un problema serio para Cuba, pues según su última Encuesta Nacional de Igualdad de Género (2016), solo el 10,5 % de mujeres la re- conoce como un problema central, a pesar de que la misma encuesta registra que 4 de cada 10 mujeres ha sido agredida alguna vez por sus parejas. Si la violencia contra las mujeres en el ámbito doméstico está poco visibilizada, más invisible será la violencia contra las muje- res cuando participan en política. La participación política de las mujeres es una necesidad ineludible de los países democráticos. Aunque parece que en Cuba esta meta está lograda con la mitad del Par- lamento ocupada por mujeres, lo cierto es que –tal como ocurre en otros países dic- tatoriales– es muy cuestionable la forma en que se logra esta participación y el real po- der que puedan ejercer (IDEA, 2019; Wylie y Shoker, 2019; Joshi y Goehrung, 2018; Fengzhi, 1993; Tremblay, 2007; Luciak, 2005). Estado del arte La literatura suele encontrar que la educación es un factor promotor clave en la participa- ción política de las mujeres (Goetz, 2004; Dim y Asomah, 2019). Además de los recursos, la Participación política de las mujeres en Cuba... D r . A rístiDes A. V ArA H ornA 4 educación ayuda a disminuir los prejuicios de género y tiende a favorecer más actitudes in- clusivas. Asociado a ese factor, tener a mujeres en el poder sirve de ejemplo para otras muje- res que desean incursionar en política (Wolak, 2019; Stockemer, 2007). En el nivel contextual, otras variables importantes suelen ser las po- líticas de igualdad y las leyes de cuotas ami- gables a las mujeres (Pyeatt y Yanus, 2018; Campbell et al., 2018; Bhalotra et al., 2018; De Paola et al., 2010). Recientemente, una segun- da generación de investigaciones busca más allá de las cifras de representación para exa- minar las barreras informales e instituciona- les al poder que aún existen (Maguire, 2018). De forma consistente la literatura está en- contrando diversos niveles de prevalencia de sexismo y violencia contra las mujeres en po- lítica. Algunos estudios han demostrado que tanto el sexismo como la violencia pueden di- suadir a las mujeres de participar en política, por ser un costo muy alto asociado al género (Haraldsson y Wängnerud, 2019; Huang, 2018; UN Women, 2018). Otros estudios han encon- trado que las normas tradicionales de géne- ro pueden ser un serio obstáculo para que las propias mujeres participen en política (Kage et al., 2018). Problema Nos preguntamos si la violencia política y las normas de género tienen un papel significati- vo en la intención de las mujeres cubanas de participar en política. En un país que prego- na igualdad de oportunidades para hombres y mujeres y con alta representación de las muje- res en la política, 1 es de esperar altos porcen- 1 Si bien la Asamblea Nacional del Poder Popular ha logrado paridad en la representación política de las tajes de intención de participación política de las mujeres. Sin embargo, se sabe muy poco sobre cómo la violencia y las restricciones de género pueden afectar este imaginario, pues la propaganda oficial es que la violencia de gé- nero no es un problema importante y, en el caso de la violencia política, es prácticamen- te inexistente. Por tanto, se debería esperar que, en el imaginario social 2 de las mujeres, la mujeres, las instancias superiores del Partido Comunis- ta de Cuba (PCC) acumulan poder y dejan poco espa- cio a la igualdad de género. El Buró Político elegido para el período 2016-2021 ha incorporado a 4 mujeres de 17 representantes. En la etapa anterior solo había una. En el Secretariado General del PCC se mantiene solo una representación femenina. IDEA (2019) encuesta que hay ocho países que se ubican en el 25 % superior de repre- sentación de mujeres de la cámara, pero están en el 25 % inferior en el gobierno representativo o en las compro- baciones de las mediciones del Gobierno. En estos paí- ses, la igualdad política de género real es poca, ya que la capacidad de todos los ciudadanos de elegir a sus líderes de manera justa está severamente limitada y la función legislativa de restringir el poder ejecutivo no se reali- za de manera efectiva en la práctica. Si bien las mujeres pueden estar incluidas en el espacio político, este espa- cio puede no ser capaz de ejercer la agencia política. Se- gún IDEA (2019) esta paradoja puede ser el resultado de una compensación. Cuando se enfrentan a la presión in- ternacional, los regímenes menos democráticos pueden optar por adoptar políticas que aumenten la igualdad de género y los derechos de las mujeres, al menos en papel, para fortalecer la fachada de la democracia, en lugar de hacer otras reformas democráticas que pueden ser una amenaza más directa al poder político. 2 Imaginario social definido como “las formas en que las personas imaginan su existencia social, cómo encajan entre sí, cómo funcionan las cosas entre ellas y sus com- pañeros, las expectativas que normalmente se cumplen y las nociones normativas e imágenes más profundas que subyacen a estas expectativas.” (Taylor, 2004, p. 23). Un imaginario social es un conjunto de imágenes más o menos inconscientes que se comparten socialmente y permiten que los individuos pertenecientes a una socie- dad puedan distinguir entre “bueno o malo”, “normal o anormal”, “posible o imposible” o cualquier otra catego- ría analítica (Bouchard, 2017).Participación política de las mujeres en Cuba... D r . A rístiDes A. V ArA H ornA 5 violencia política no tenga un papel prepon- derante; sin embargo, la realidad puede des- mentir este supuesto. Objetivo Así, en la presente investigación se describe el imaginario social de las mujeres de Cuba sobre su intención de participar en políti- ca, en función de sus percepciones y conoci- mientos sobre la violencia contra las mujeres que participan en política, controlando dos variables disposicionales (prejuicios de gé- nero y actitudes inclusivas), y dos variables contextuales (igualdad de oportunidades y representación política). Además, se deter- mina si existen diferencias según grupos de edad y ubicación geográfica. Hipótesis Como suele suceder con las intenciones conductuales, diversos factores pueden au- mentar o disminuir su probabilidad de ocu- rrencia. Aquellos que la aumentan son factores facilitadores y aquellos que la dis- minuyen son factores restrictores. Además, no todos los factores están al mismo nivel. Algunos son disposicionales (vinculados a la persona, sus actitudes y creencias perso- nales), otros son contextuales (vinculados al contexto social). Además, la forma como es- tos factores afectan a la intención conductual puede ser directa (cada factor por separado o en combinación) o indirecta (un factor a tra- vés de otro factor mediante un proceso de mediación). La intención de las mujeres para partici- par en política dependerá de cómo ellas se imaginan socialmente desempeñando el rol político o si este contraviene sus roles tra- dicionales de género (variable disposicional), o qué tanta apertura haya a que otras muje- res o personas ajenas al estereotipo binario de género participen en política (variable dis- posicional). Ambas variables estarán anida- das en otras tres variables contextuales, que pueden facilitar la participación política, me- diante igualdad de oportunidades (variable contextual 1) o que ya existan mujeres parti- cipando en política (variable contextual 2), o que puedan obstaculizarla mediante el ejer- cicio de la violencia política (variable contex- tual 3). Así, las hipótesis serían: H1: La igualdad de oportunidades y el sentirse representada aumentará la intención de participación política de las mujeres. H2: La violencia contra las mujeres en política disminuirá la intención de participación política de las mujeres. H3: Las actitudes de inclusión de género y diversidad aumentarán la intención de participación política de las mujeres. TABLA 1_ HIPÓTESIS DE INVESTIGACIÓN CONTEXTUALESDISPOSICIONALES Facilitadoras (+) Representación política Igualdad de oportunidades Actitudes de inclusión de género y diversidad Intención de participación política Restrictoras (-) Violencia contra las mujeres en política Prejuicios y estereotipos de géneroParticipación política de las mujeres en Cuba... D r . A rístiDes A. V ArA H ornA 6 H4: Los prejuicios y estereotipos de género disminuirán la intención de participación política de las mujeres. Además de estos efectos directos, pueden existir efectos indirectos hacia la intención de participación política. Es decir, puede ser que la violencia contra las mujeres en políti- ca afecte la percepción de la representación e igualdad de oportunidades y luego impacte en la intención de participar en política. H5: La violencia contra las mujeres en política disminuirá la intención de participación política de las mujeres, ello mediado por la disminución de la igualdad de oportunidades y de sentirse representada. 2. MÉTODO 2.1. DISEÑO En Cuba existen serias restricciones para realizar estudios de encuestas sin la censu- ra de instituciones oficiales, además de que existe un control estricto de contenidos de Internet y correo electrónico. Sin embargo, en el año 2008 se aprobó una ley que permite a los ciudadanos adquirir teléfonos móviles y, recientemente (en diciembre de 2018), se au- torizó el acceso a Internet 3G. Consideramos que este puede ser un medio viable para obte- ner información. Por eso, el presente estudio se basa en encuestas estructuradas aplicadas digitalmente mediante una aplicación o men- sajes de texto por teléfonos móviles. Cubadata ha creado una app para iOS y Android de carácter social en Cuba, con más de 200 mil de usuarios registrados (mayo de 2019), la cual es usada para publicar encuestas y guardar las respuestas con backups diarios. Las personas usuarias tienen un perfil que utilizan para conectar con otros usuarios en la plataforma, lo que minimiza el riesgo de que la información no sea verídica. En algu- nos casos, también se colectan respuestas por correo, pero solo a usuarios de la plata- forma que por alguna razón (p. ej.: una ver- sión desfazada de Android o un teléfono muy lento) no puedan abrir las encuestas a tra- vés de la aplicación. Como recompensa, las personas que responden la encuesta reciben créditos que pueden canjear por saldo de te- léfono o usar dentro de la app, además de premios sorteados aleatoriamente. 2.2. MUESTRA La encuesta estuvo dirigida a mujeres entre 18 y 65 años, distribuidas en todas las regio- nes de Cuba. La muestra es no-probabilísti- ca y fue obtenida entre abril y mayo de 2019. Completaron la encuesta 1 222 mujeres usuarias de la aplicación móvil, de las cua- les, eliminando los datos de mujeres menores de 18 años y mayores de 65 años (n = 48) y de aquellas que respondieron “no sé” a todas las preguntas (n = 12) o que respondieron sin va- riación a todas las preguntas (n = 18), queda- ron 1 144 encuestas válidas. Las encuestadas provienen de todas las provincias de Cuba, siendo la mayoría de La Habana (n = 285). Los datos se agruparon por regiones, para balancear la muestra y reali- zar comparaciones, resultando el 22,7 % de la región occidental, 26,1 % de la región cen- tral, 26,2 % de la región oriental y 24,9 % de La Habana. En cuanto a la edad, las encuestadas tie- nen entre 18 y 65, con un promedio de 34,5 años (D. E. = 12,1). Para facilitar compara- ciones, se han creado cuatro grupos: las Participación política de las mujeres en Cuba... D r . A rístiDes A. V ArA H ornA 7 menores de 25 años (24,3 %), las que tienen entre 25 y 34 años (33,6 %), las que tienen en- tre 35 y 44 años (18,9 %) y las mayores de 45 años (23,3 %). Debido a la forma como se obtuvieron los datos, es muy probable que la muestra esté sesgada positivamente. En efecto, la mues- tra está sobrerrepresentada por mujeres con educación superior (53,4 %), frente al porcen- taje nacional que es de 16,1 %; aunque es más proporcional con las mujeres con educa- ción media superior (técnica, 33,2 %) frente al porcentaje nacional de 47 %. Sin embar- go, al realizar un análisis comparativo de las variables, no se encuentran diferencias signifi- cativas según nivel educativo, salvo en la varia- ble intención de participación política, donde es mayor en el grupo de mujeres universitarias (F = 7,386, p < 0,001). Por ejemplo, sin impor- tar el nivel educativo, las mujeres tienen el mis- mo nivel de prejuicios de género (F = 1,899, p = 0,128) o actitudes de inclusión de género (F = 0,521, p = .668), o perciben promedios seme- jantes de violencia contra las mujeres en po- lítica (F = 1,127, p = 0,337), o perciben la misma igualdad de oportunidades (F = 0,387, p = .762). En cuanto a la autoidentificación étni- ca basada en el color de piel, la mayoría se describe como blanca (64,7), mestiza (24,9 %) y negra (8,6 %), entre otras (1,8 %). Hay que mencionar que estos porcentajes son muy semejantes a los datos poblacionales (63,5 %, 25,1 % y 11,4 % respectivamente). Al realizar un análisis comparativo de las variables, no se encuentran diferencias significativas en nin- guna de ellas, según color de piel. 2.3. INSTRUMENTOS Estudiar las percepciones de las mujeres va más allá de solo obtener porcentajes de aceptación o rechazo hacia algunas ideas. Los datos deberían permitir graficar cómo esas variables se relacionan entre sí. Por eso, usualmente, los imaginarios sociales han sido estudiados utilizando métodos cualitativos, tales como entrevistas a profundidad o gru- pos focales. Aunque esa aproximación es muy rica en información, suele estar restringida a contextos específicos, además de que requie- re la colaboración activa de las participantes. En la presente investigación se ha utili- zado un método cuantitativo basado en en- cuestas digitales para identificar y describir el imaginario social de las mujeres sobre su participación política. Para potenciar la en- cuesta se han utilizado constructos que son escalas producto de la combinación lineal de varios ítems o preguntas, que actúan como sus indicadores. El uso de constructos faci- lita el control del error de medición, además de que garantiza la validez de las variables estudiadas. Usar encuestas en medios móviles plan- tea un reto doble: contar con los mejores in- dicadores de cada constructo y que estos no sean muchos para asegurar un cuestionario breve y conveniente para ser usado por vía digital. Se diseñó, por tanto, una encuesta es- tructurada de veinte ítems que forman parte de seis constructos (escalas): tres son con- textuales y tres son disposicionales. Igualdad de oportunidades Esta escala contextual facilitadora registra la percepción de igualdad de oportunida- des laborales y políticas en el país, así como el costo que implica la participación política. Está compuesta por los siguientes ítems: (v1) ¿Cree que en nuestro país existen las mismas oportunidades laborales para los hombres y Participación política de las mujeres en Cuba... D r . A rístiDes A. V ArA H ornA 8 para las mujeres? (v2) ¿Cree que en nuestro país existen las mismas oportunidades políti- cas para los hombres y para las mujeres? (v3) ¿Cree que en nuestro país participar en po- lítica tiene un costo social y personal igual de alto para hombres como para las mujeres? (v20) ¿Cree que en el país existen las oportu- nidades para que las mujeres participen en la política? Representación política Esta escala contextual facilitadora registra qué tan representadas y beneficiadas se sien- ten las mujeres por la Asamblea Nacional y la Federación de Mujeres de Cuba. Incluye los siguientes ítems: (v4) ¿Qué tan representada se siente usted por las mujeres de la Asam- blea Nacional? (v5) ¿Cree que tener el 53 % de mujeres en la Asamblea Nacional beneficia a las mujeres cubanas? (v6) ¿Cree que la Fede- ración de mujeres representa a todas las mu- jeres cubanas? Violencia contra las mujeres en política Esta escala contextual restrictora registra la percepción de qué tan frecuente es la vio- lencia y discriminación hacia las mujeres en política, con especial énfasis en organizacio- nes políticas. Incluye los siguientes ítems: (v7) ¿Cree que las organizaciones del Gobierno u oficialistas, o las organizaciones sociales in- dependientes, restringen o limitan la parti- cipación política de las mujeres? (v8) ¿Cree que dentro de las organizaciones del Gobier- no u oficialistas, o en las organizaciones so- ciales independientes, existen estereotipos y creencias machistas que excluyen a las muje- res? (v9) ¿Cree que las mujeres cubanas que intervienen en los asuntos sociales o políti- cos son agredidas y/o acosadas por su con- dición de mujer? Prejuicios y estereotipos sobre normas de género Esta escala disposicional restrictora registra la aceptación de estereotipos relacionados a la capacidad laboral y política de la mujer o su rol doméstico y/o reproductivo. Incluye los siguientes ítems: ¿Qué tan de acuerdo o en desacuerdo estás con la siguiente afirma- ción? (v10) En general, los hombres son me- jores líderes políticos que las mujeres. (v11) La educación universitaria es más importan- te para un hombre que para una mujer. (v12) En general, los hombres son mejores trabaja- dores que las mujeres. (v13) La mujer no debe TABLA 2_ DISTRIBUCIÓN DE LA MUESTRA SEGÚN PROVINCIA PROVINCIAREGIÓNN% ArtemisaOccidental413,6 CamagüeyCentral796,9 Ciego de ÁvilaCentral413,6 CienfuegosCentral423,7 GranmaOriental443,8 GuantánamoOriental282,4 HolguínOriental1028,9 Isla de la JuventudOccidental141,2 La HabanaLa Habana28524,9 Las TunasOriental423,7 MatanzasOccidental887,7 MayabequeOccidental575 Pinar del RíoOccidental605,2 Sancti SpíritusCentral514,5 Santiago de CubaOriental847,3 Villa ClaraCentral867,5 TOTAL1 144100Participación política de las mujeres en Cuba... D r . A rístiDes A. V ArA H ornA 9 descuidar sus responsabilidades domésticas por dedicarse a la vida política. (v14) La fami- lia de la mujer debe decidir si ella puede par- ticipar en política. Inclusión de género y diversidad Esta escala disposicional facilitadora registra las actitudes hacia la participación civil y po- lítica de las mujeres y de la población LGB- TIQ. Incluye los siguientes ítems: ¿Qué tan de acuerdo o en desacuerdo estás con la si- guiente afirmación? (v15) Por el bien del país, más mujeres deberían participar en política. (v16) ¿Está usted de acuerdo o en desacuer- do con el matrimonio igualitario entre per- sonas del mismo sexo? (v17) En nuestro país deberían existir las mismas oportunidades políticas para las personas heterosexuales y homosexuales. Intención de participación política Esta escala disposicional registra el nivel de importancia de la política para las mujeres, así como la intención de participar en ella. In- cluye los siguientes ítems: (v18) ¿Qué tan im- portante es la política para usted? (v19) ¿Ha considerado alguna vez participar en política? La fiabilidad y validez de las escalas se realizó utilizando el programa SmartPLS 3.2.3 (Ringle et al., 2015). En este caso, las variables presentan altos niveles de consistencia in- terna si los valores alfa de Cronbach oscilan entre 0,6 y 0,9 (Levy y Varela, 2006). En cuan- to a la validez, se analizó mediante la validez convergerte y discriminante. Para la prime- ra, las cargas factoriales deben ser mayores a 0,708 (los autores sugieren no ser tan rígidos en las etapas iniciales del análisis) y se esti- mó la varianza extraída media (AVE). Un um- bral aceptable es un valor igual o superior a 0,5, lo que equivale a decir que el construc- to latente obtuvo una varianza explicada del 50 %. Para el segundo caso, se establece va- lidez discriminante a través del criterio de Fornell-Larker, donde se confirma la inde- pendencia de los constructos cuando los valores son cercanos a la unidad y superio- res a las relaciones con los otros construc- tos (Hair et al., 2017). Tal como se observa en la tabla 3, el mo- delo de medida es fiable y válido para la muestra, con valores alfa de Cronbach en- tre 0,591 y 0,883, y con el promedio de va- rianza explicada (AVE) superior al 54 %. En TABLA 3_ FIABILIDAD Y VALIDEZ DE LAS ESCALAS ALFA DE CRONBACH FIABILIDAD COMPUESTA VARIANZA EXTRAÍDA MEDIA (AVE) VALIDEZ DISCRIMINANTE FORNELL-LARKER Igualdad de oportunidades0,5910,7820,5450,738 Inclusión de género0,6340,8050,5820,763 Intención de participación política0,7350,8760,7810,884 Prejuicios de género0,6630,8140,5930,770 Representación política0,8830,9280,8110,900 VcM en política0,8010,8830,7150,846 n = 1 144.Next >