ESTUDIO El rol de la economía informal en la mitigación de la inseguridad alimentaria en Cuba A RÍSTIDES A. V ARA H ORNA 2023 15 MAYRESUMEN Este estudio explora la intersección entre la economía in- formal y la inseguridad alimentaria en Cuba durante el primer trimestre de 2023. Basándose en datos de una en- cuesta representativa de 1 616 cubanos en todo el país, el estudio proporciona una visión detallada de los patrones de ingreso y consumo, la prevalencia de la economía informal y comercio electrónico, la interacción con empresas pri- vadas y los niveles de inseguridad alimentaria. Además de confirmar altos niveles de inseguridad alimentaria modera- da (93,0 %) y severa (44,3 %), se evidencia que la economía informal, en sus diversas formas, tiene un efecto protec- tor importante contra la inseguridad alimentaria en Cuba. La participación en actividades informales, el uso de Inter- net para transacciones y el acceso a los mercados informa- les están todos asociados con una menor probabilidad de experimentar dificultades para obtener alimentos y de pa- sar un día completo sin comer. Palabras clave: informalidad, comercio electrónico, turis- mo, ingresos, mercados, inseguridad alimentaria.El rol de la economía informal en la mitigación de la inseguridad alimentaria en Cuba A rístides A. V ArA H ornA 3 INTRODUCCIÓN La economía de Cuba presenta una comple- jidad única debido a la estructura política y económica del país, e influencias externas como el embargo comercial y las remesas in- ternacionales. Dentro de este marco, la eco- nomía informal y la inseguridad alimentaria emergen como dos temas interrelacionados y fundamentales que reflejan tanto las difi- cultades como las estrategias de adaptación de la población cubana. Este estudio busca explorar y entender cómo la economía in- formal y la inseguridad alimentaria se inter- secan y de qué manera impactan en la vida cotidiana de cubanos y cubanas. La economía informal, aunque es un fe- nómeno global, en Cuba adquiere parti- cularidades. Desde trabajos de reparación domiciliaria y venta de alimentos, hasta el comercio en línea y la participación en activi- dades vinculadas al turismo, la economía in- formal constituye una fuente importante de ingresos para muchas familias. Sin embar- go, esta realidad no está exenta de desafíos y problemáticas, por lo que es necesario ex- plorarla en profundidad. Además, hasta aho- ra ningún otro estudio lo ha hecho. Por otro lado, la inseguridad alimenta- ria, que se define como el acceso limitado o incierto a alimentos nutritivos y seguros, ha sido una preocupación constante en Cuba. Estudios previos realizados por Cubadata dan cuenta de una creciente inseguridad alimen- taria que se va agravando año a año. Frente a fluctuaciones en los precios de los alimentos y a dificultades para acceder a ellos, las fa- milias cubanas han desarrollado diversas es- trategias de adaptación, muy vinculadas a la economía informal, todavía no registradas en una investigación objetiva. Este estudio se basa en una encuesta apli- cada a una muestra representativa de 1 616 cubanos de todas las regiones del país. Los datos proporcionan un panorama detallado y actualizado sobre las fuentes de ingreso, los patrones de consumo, la prevalencia de la economía informal, el comercio electrónico, la interacción con empresas privadas y los ni- veles de inseguridad alimentaria. El análisis de estos datos nos permiti- rá generar conocimientos significativos so- bre las condiciones de vida en Cuba, y sobre cómo las estrategias de supervivencia es- tán relacionadas con el funcionamiento de la economía informal y la lucha contra la in- seguridad alimentaria. Este estudio es un paso importante para entender las dinámi- cas socioeconómicas en Cuba y para infor- mar políticas que puedan mejorar la vida de la población. CONTEXTO ECONOMÍA INFORMAL EN CUBA EN EL CONTEXTO DE LA CRISIS ECONÓMICA La economía informal se refiere a todas las actividades económicas que no están regula- das por el Estado y que no forman parte de las estadísticas oficiales. Esto incluye, pero no se limita a, trabajos temporales o eventua- les, trabajos por cuenta propia no registrados y venta o intercambio de bienes y servicios fuera de los canales formales. En Cuba, debi- do a su sistema económico y político, la eco- nomía informal puede abarcar un rango muy amplio de actividades, desde la venta de ali- mentos en la calle hasta el comercio electró- nico y el turismo. Cuba, a lo largo de los años, ha expe- rimentado un aumento significativo en las El rol de la economía informal en la mitigación de la inseguridad alimentaria en Cuba A rístides A. V ArA H ornA 4 actividades de la economía informal. Este in- cremento ha sido un mecanismo de adap- tación en respuesta a las condiciones económicas adversas y las recurrentes crisis que enfrenta el país. En efecto, la economía informal en Cuba es un fenómeno complejo, intrincado y diversificado. Se ha converti- do en una red de actividades que van des- de trabajos ocasionales, ventas callejeras de alimentos, reparaciones de viviendas sin per- misos oficiales, hasta negocios más sofisti- cados que explotan el auge del turismo y la tecnología. Además, la economía informal cubana es particular debido a la naturaleza política y económica del país. Bajo el sistema socialis- ta de Cuba, el Estado ha controlado tradicio- nalmente la gran mayoría de las actividades económicas. Sin embargo, la creciente cri- sis económica, producto de la falta de re- formas por parte del Estado, agravada por factores internacionales, y más recientemen- te los desafíos planteados por la pandemia de la COVID-19, han llevado a un aumento en las actividades informales. Cubanos y cuba- nas han recurrido a ellas como una forma de complementar los ingresos, a menudo insu- ficientes, que provienen de trabajos formales o de las ayudas estatales. El Gobierno cuba- no ha ido reconociendo de manera gradual la importancia de la economía informal y ha comenzado a implementar reformas aún muy tímidas para incorporar algunos de estos tra- bajos informales en el sector privado formal. Sin embargo, la transición es lenta y no exen- ta de desafíos. La economía informal cubana, en medio de la crisis, ha demostrado una notable resi- liencia y creatividad, y ha proporcionado una fuente vital de ingresos a muchas familias. Sin embargo, también se enfrenta a muchos desafíos, incluyendo la falta de protecciones laborales, la inestabilidad y la vulnerabilidad a las fluctuaciones económicas. En este con- texto, resulta esencial explorar y comprender el papel de la economía informal en la mitiga- ción de la inseguridad alimentaria en Cuba. Se hace evidente que la economía informal no solo es una mera táctica de supervivencia, sino que juega un papel crucial en la resis- tencia y adaptabilidad de la sociedad cubana frente a las adversidades económicas. EMPLEOS COMPLEMENTARIOS Y TURISMO El empleo informal es una dimensión signifi- cativa de la economía cubana, especialmen- te en el sector turístico y en la prestación de servicios personales y domésticos. Aunque no esté plenamente reconocido ni regulado, este tipo de empleo representa una fuente vital de ingresos para muchas familias cuba- nas, que lo usan como estrategia para diver- sificar y aumentar sus ingresos. El sector turístico ha sido históricamente un nicho importante para la economía infor- mal en Cuba. Desde la renta de habitaciones (casas particulares), hasta los servicios de guías turísticos y vendedores de souvenirs, estos empleos informales han contribuido en gran medida a subsanar la brecha entre los salarios estatales bajos y el costo de vida. Sin embargo, con la crisis de la COVID-19 el tu- rismo ha sufrido un fuerte impacto, lo que ha provocado una disminución en la demanda de estos servicios y ha llevado a muchos tra- bajadores a buscar alternativas. En este contexto, es común que va- rios miembros de la familia tengan empleos complementarios para poder incrementar la El rol de la economía informal en la mitigación de la inseguridad alimentaria en Cuba A rístides A. V ArA H ornA 5 canasta familiar. Los empleos informales en sectores como la agricultura, el comercio minorista y la reparación de equipos y apa- ratos suelen ser opciones populares. Esto in- cluye desde vender frutas y vegetales en la calle hasta reparar electrodomésticos o ve- hículos. Estos trabajos, a pesar de su inesta- bilidad y precariedad, permiten a las familias cubanas subsistir en el día a día y contrarres- tar la carestía de la vida. Es necesario tener en cuenta, sin embargo, que el empleo infor- mal también tiene sus desafíos y riesgos. Es- tos trabajos a menudo no ofrecen ninguna forma de protección social, como seguro de salud o pensiones, y pueden estar sujetos a inseguridad laboral y condiciones de traba- jo precarias. COMERCIO ELECTRÓNICO EN CUBA A pesar de las adversidades y desafíos que enfrenta, Cuba ha mostrado una evolución constante en el uso de las tecnologías digita- les. En particular, el comercio electrónico ha demostrado ser una valiosa herramienta para impulsar la economía informal y mitigar los impactos de la crisis económica. Sin embar- go, su implementación y utilización en la Isla enfrenta obstáculos significativos. El acceso a Internet en Cuba ha aumenta- do en los últimos años, pero sigue siendo limi- tado. Las restricciones en la conectividad, la falta de infraestructura digital adecuada, y los altos costos del acceso a Internet han limita- do la penetración y el desarrollo del comercio electrónico. Estas limitaciones tecnológicas dificultan la capacidad de los trabajadores in- formales para expandir sus actividades a tra- vés de plataformas digitales. El comercio electrónico también enfrenta restricciones legales y regulatorias en Cuba. A pesar de las recientes reformas que buscan formalizar algunos aspectos de la economía informal, la realidad es que muchas activida- des de comercio electrónico todavía operan en un espacio legalmente gris. Esto puede llevar a una falta de seguridad para los con- sumidores y comerciantes, y crea barreras adicionales para el crecimiento del comercio electrónico. Sin embargo, a pesar de estas li- mitaciones, los cubanos han demostrado una notable adaptabilidad y resiliencia. Muchos han encontrado formas creativas de utilizar la tecnología digital y el comercio electrónico para apoyar y expandir sus actividades eco- nómicas. Por ejemplo, se han desarrollado plataformas locales de comercio electrónico y aplicaciones de mensajería para facilitar las transacciones, y se han creado redes infor- males de distribución y entrega para superar las limitaciones logísticas. Es importante señalar que, a pesar de los desafíos, el comercio electrónico tiene un gran potencial para fortalecer la economía informal y contribuir a la seguridad alimenta- ria en Cuba. Al brindar nuevas oportunidades de negocio, el comercio electrónico puede ayudar a diversificar las fuentes de ingresos, mejorar el acceso a los alimentos y reducir la vulnerabilidad a las fluctuaciones económi- cas. Sin embargo, para que este potencial se materialice plenamente se necesitan políti- cas e inversiones que mejoren el acceso a la tecnología digital y que brinden un marco le- gal y regulatorio más seguro y flexible para el comercio electrónico. RELACIONES CON EL SECTOR PRIVADO La relación entre los individuos y las fami- lias cubanas con las empresas privadas, tan- to formales como informales, se ha tornado El rol de la economía informal en la mitigación de la inseguridad alimentaria en Cuba A rístides A. V ArA H ornA 6 cada vez más relevante en los últimos años. Históricamente, el sistema económico de Cuba ha estado dominado por el sector es- tatal, con el sector privado siendo limitado y sujeto a diversas restricciones. Sin embar- go, con la reciente flexibilización de las reglas sobre el trabajo privado y la creciente necesi- dad de diversificación económica, ha aumen- tado la creación de empresas privadas. Estas empresas privadas, a menudo de- nominadas cuentapropistas, operan en una variedad de sectores y han comenzado a sa- tisfacer las demandas y necesidades de bie- nes y servicios que el sector estatal no puede cubrir. Abarcan desde restaurantes y tiendas de ropa hasta servicios de reparación de au- tomóviles y casas de alojamiento. Muchos cu- banos ahora confían en estas empresas para obtener una amplia gama de productos y ser- vicios, y para muchos representan una opor- tunidad de empleo y una fuente de ingresos alternativa. Además, el comercio informal ha jugado un papel crítico en la economía cubana. Los trabajadores informales, como vendedores callejeros, taxistas y reparadores de electro- domésticos, proporcionan bienes y servicios que, de otro modo, podrían ser inaccesibles para muchos debido a la escasez de suminis- tros y a las altas tasas de inflación. Asimismo, la falta de acceso a determinados productos debido a las sanciones económicas y el blo- queo han llevado a la proliferación de redes informales de comercio y distribución. Sin embargo, el crecimiento del sector privado (aunque aún muy pequeño) y su inte- racción con el sector informal también está generando nuevas dinámicas y desafíos en el mercado cubano. La competencia por los recursos, la regulación gubernamental y la incertidumbre económica son solo algunos de los factores que pueden afectar la esta- bilidad y el desarrollo de estas empresas. A medida que el sector privado continúe ex- pandiéndose, será crucial entender y abordar estos desafíos para asegurar un crecimiento sostenible y equitativo. PATRONES DE CONSUMO E INFLACIÓN Este concepto alude a cómo las personas eli- gen y usan los bienes y servicios disponibles para ellas. En este contexto, el concepto se enfoca en los alimentos y en cómo las decisio- nes de qué y cuánto comer pueden ser afec- tadas por factores como el ingreso, el acceso a alimentos y las preferencias personales. El análisis de los patrones de consumo en Cuba es fundamental para entender la rea- lidad socioeconómica de la Isla. Estos pa- trones son el reflejo de la economía, las estructuras sociales, las políticas públicas y las circunstancias individuales. En los últimos años, estos patrones han estado marcados por la crisis económica, la economía informal y las restricciones al comercio electrónico, como se ha mencionado previamente. Cuba ha enfrentado un período de aguda escasez de alimentos y bienes básicos que ha forzado a los cubanos a modificar sus patro- nes de consumo. En este contexto, la elec- ción de alimentos, bienes y servicios está más determinada por la disponibilidad y la accesibilidad económica que por las prefe- rencias individuales. Las fluctuaciones en la oferta de productos y su correspondien- te aumento de precios han llevado a los cu- banos a adoptar estrategias de supervivencia como la disminución de la cantidad y cali- dad de los alimentos consumidos, la susti- tución por productos más baratos y menos El rol de la economía informal en la mitigación de la inseguridad alimentaria en Cuba A rístides A. V ArA H ornA 7 nutritivos, y el acopio de alimentos cuando están disponibles. En este escenario, la economía infor- mal juega un papel vital en la modificación y adaptación de estos patrones de consumo. El comercio informal, caracterizado por la ven- ta de productos en el mercado negro, ha sur- gido como una alternativa necesaria ante la falta de bienes básicos en los canales forma- les de comercio. Así, los patrones de consu- mo se ven influenciados por las dinámicas de la economía informal, incluyendo el comer- cio electrónico. El comercio electrónico, a pesar de las li- mitaciones ya descritas, ha permitido una ma- yor diversidad en la oferta de productos y ha dado lugar a nuevos comportamientos de con- sumo. Aunque su alcance sigue siendo limita- do, su impacto en los patrones de consumo es relevante y potencialmente transformador, y ofrece a los consumidores una forma adicio- nal de acceder a los alimentos y bienes. Estos cambios en los patrones de consu- mo tienen importantes implicaciones para la seguridad alimentaria y la economía en ge- neral. A medida que cubanos y cubanas se adaptan a las circunstancias cambiantes, las estrategias de supervivencia pueden volverse insostenibles a largo plazo, especialmente si la crisis económica se prolonga. El monitoreo y análisis de estos patrones puede proporcio- nar información valiosa para el diseño de po- líticas públicas y programas que aborden la inseguridad alimentaria y apoyen la resilien- cia económica. INFLACIÓN Y AUMENTO DE PRECIOS La inflación y el constante aumento de los precios representan un elemento crítico al considerar los patrones de consumo en la actualidad en Cuba. En un país donde el sa- lario promedio mensual no supera los 50 dó- lares, el alza de precios de alimentos y bienes de primera necesidad impacta de manera significativa a los ciudadanos. La deprecia- ción del peso cubano frente a otras divisas ha exacerbado este problema, y ha limitado aún más el acceso a productos básicos. La reforma monetaria llevada a cabo en 2021, que eliminó la dualidad monetaria y cambiaria, ha tenido un impacto inflaciona- rio en la economía cubana. A pesar de los es- fuerzos por controlar la inflación, los precios de los bienes y servicios han seguido aumen- tando, lo que dificulta aún más la vida coti- diana de los ciudadanos. Este entorno de inflación constante ha obligado a las familias a priorizar los gastos esenciales, a menudo a costa de la nutrición y la calidad de vida. La combinación de la crisis económica, las políticas restrictivas, la inflación y la pre- cariedad de la economía informal, junto con las limitaciones en el comercio electrónico, configuran un panorama de profunda com- plejidad en los patrones de consumo en Cuba. Esta realidad requiere de soluciones innova- doras y estratégicas que permitan a los cu- banos satisfacer sus necesidades básicas y mejorar su calidad de vida. INSEGURIDAD ALIMENTARIA EN CUBA La inseguridad alimentaria es un problema crítico que se ha intensificado en Cuba en los últimos años. Este fenómeno, definido por la falta de acceso consistente a alimentos su- ficientes y nutritivos, es resultado de una combinación de factores, incluyendo la ines- tabilidad económica, las sanciones económi- cas internacionales, los desafíos relacionados con la agricultura y la producción local y, más El rol de la economía informal en la mitigación de la inseguridad alimentaria en Cuba A rístides A. V ArA H ornA 8 recientemente, la crisis causada por la pan- demia de la COVID-19. En este contexto, la economía informal y el emergente sector privado desempeñan un papel crucial en la mitigación de la insegu- ridad alimentaria. Por un lado, la economía informal ofrece un mecanismo de resilien- cia frente a la escasez de alimentos. Los ven- dedores informales, conocidos localmente como “bolsa negra”, han sido fundamenta- les para proporcionar a las familias acceso a alimentos y productos básicos que, de otro modo, no estarían disponibles o serían inac- cesibles debido a los altos precios. Por otro lado, las empresas privadas, especialmente en el sector de la alimentación, también es- tán jugando un papel en la provisión de ali- mentos a la población. Por ejemplo, los paladares (restaurantes privados, normalmente familiares y peque- ños, muy comunes en Cuba) se han conver- tido en una fuente importante de empleo e ingresos para muchos cubanos. Estos esta- blecimientos ofrecen una variedad de opcio- nes de alimentos, muchas veces más diversas que las disponibles en los comercios estata- les. A pesar de que los precios en estos es- tablecimientos pueden ser prohibitivos para muchos, se están convirtiendo en una opción importante para una parte de la población, especialmente en las zonas urbanas. Sin embargo, la capacidad de estas for- mas de comercio y empresas para contra- rrestar la inseguridad alimentaria se ve limitada por una serie de factores. La infla- ción y el constante aumento de los precios, junto con las limitaciones en el acceso a las tecnologías digitales y el comercio electró- nico, obstaculizan el acceso a estos servicios y productos para muchos cubanos. Además, las regulaciones estatales y la competencia por los recursos limitados pueden dificul- tar la operación y expansión de las empresas privadas y el comercio informal. A pesar de estos desafíos, su papel en la mitigación de la inseguridad alimentaria en Cuba es innega- ble y seguirá siendo relevante en los próxi- mos años. En resumen, la economía informal y las empresas privadas representan una estra- tegia de supervivencia y resistencia frente a la inseguridad alimentaria en Cuba. Com- prender y abordar los desafíos y oportunida- des que estos sectores ofrecen será crucial para formular políticas y soluciones eficaces que combatan la inseguridad alimentaria en el país. MÉTODO MUESTRA La encuesta estuvo dirigida a mujeres y hom- bres, entre 18 y 75 años, de todas las regio- nes de Cuba. La muestra es no-probabilística y fue obtenida entre el 10 y el 30 de abril de 2023 a través de una encuesta digital. Completaron la encuesta 1 611 personas. De estas, 521 son mujeres (32,3 %) y 1 090 son hombres (67,7 %). Las encuestadas provienen de todas las provincias de Cuba, siendo la ma- yoría de La Habana. Los datos se agruparon por regiones para realizar comparaciones, resultando el 11,9 % de la región occidental (n = 189), 25,8 % de la central (n = 411), 31,6 % de la oriental (n = 502) y 30,4 % de La Haba- na (n = 489). No hay diferencias en la distribu- ción según sexo. En cuanto a la edad, las personas en- cuestadas tienen entre 18 y 75 años, con un promedio de 41,42 años (D. E. = 13,15). Para facilitar comparaciones, se han creado El rol de la economía informal en la mitigación de la inseguridad alimentaria en Cuba A rístides A. V ArA H ornA 9 cinco grupos: personas menores de 25 años (8,8 %), entre 25 y 34 años (27,3 %), entre 35 y 44 años (24,9 %), entre 45 y 59 años (29,2 %), y mayores de 59 años (9,9 %). La distribución es semejante en ambos sexos. En cuanto al nivel educativo, la mayoría tiene educación superior universitaria (45,1 %) y educación técnica superior (39 %), secundaria (6,3 %), de posgrado (5,4 %), entre otras (4,1 %). La distribución es semejante en ambos sexos. En cuanto a la autoidentificación étnica ba- sada en el color de piel, la mayoría se descri- be como blanca (62,9 %), mestiza (27,7 %) y afrodescendiente (7,9 %), entre otras (1,4 %). La distribución es semejante en ambos sexos. En cuanto a la ocupación laboral, la mayoría de los encuestados son empleados estatales (46,3 %), estudiantes (7,3 %), independientes (22,2 %), amas de casa (9,7 %), empleados del sector privado (7,6 %), desempleados (3,2 %) y jubilados (3,7 %). Hay diferencias según sexo. Hay más amas de casa mujeres (29,2 % vs. 0,5 %), menos independientes (12,5 % vs. 26,9 %) y menos empleadas privadas (3,3 % vs. 9,6 %). INSTRUMENTO La “Encuesta económica trimestral” de 2023 de Cubadata está organizada en distintas secciones que buscan recabar información sobre diversos aspectos de la economía y la vida cotidiana en Cuba. Estas secciones son: TABLA 1_ DISTRIBUCIÓN DE LA MUESTRA SEGÚN PROVINCIA PROVINCIAREGIÓNTOTAL N% ArtemisaOccidental362,2 CamagüeyCentral966,0 Ciego de ÁvilaCentral714,4 CienfuegosCentral392,4 GranmaOriental704,3 GuantánamoOriental322,0 HolguínOriental19912,4 Isla de la JuventudOccidental201,2 La HabanaLa Habana48930,4 Las TunasOriental603,7 MatanzasOccidental815,0 MayabequeOccidental2,71,7 Pinar del RíoOccidental452,8 Sancti SpíritusCentral503,1 Santiago de CubaOriental1418,8 Villa ClaraCentral1559,6 TOTAL1 611100,0Next >