< PreviousEl rol de la economía informal en la mitigación de la inseguridad alimentaria en Cuba A rístides A. V ArA H ornA 10 Fuentes de ingreso familiar: se investiga cuál ha sido la principal fuente de ingresos en los hogares cubanos en los últimos tres meses, cuántos miembros han contribuido a estos ingresos, cómo han cambiado estos ingresos en comparación con los tres meses anteriores, y cuál de las fuentes de ingresos ha aumentado o disminuido más. Lista de precios de productos básicos: se solicita a los encuestados que indiquen qué productos básicos han observado que han aumentado más de precio en los últimos tres meses, cuán fácil ha sido encontrar estos productos a precios asequibles, cuál ha sido el más difícil de encontrar, y en qué tipo de establecimiento los han comprado. Actividad laboral informal: se explora si los encuestados han participado en alguna actividad laboral informal en los últimos tres meses, qué tipo de actividades han realizado, cuánto tiempo le han dedicado a esta actividad semanalmente, cómo ha variado esta actividad y si la consideran una fuente de ingresos importante para sus hogares. Comercio informal por Internet: se centra en el uso de plataformas en línea para realizar transacciones informales, qué productos o servicios se han ofrecido o adquirido, la frecuencia de uso de estas plataformas, el nivel de satisfacción con la experiencia, y si se han enfrentado a algún problema o dificultad al utilizar estas plataformas. Actividades vinculadas al turismo: se investiga si los encuestados han estado involucrados en actividades vinculadas al turismo, qué tipo de actividades han realizado, cómo ha variado esta actividad, cuál ha sido la principal fuente de turistas y su nivel de satisfacción con los ingresos generados por su actividad vinculada al turismo. Interacción con empresas privadas: se pregunta a los encuestados si han interactuado con empresas privadas o negocios de cuentapropistas, cuál ha sido el motivo principal de esta interacción, su nivel de satisfacción con la calidad y precio de los productos o servicios ofrecidos por estas empresas, y si han notado un aumento en la presencia de estas empresas en su comunidad. Inseguridad alimentaria: se pregunta a los encuestados con qué frecuencia han tenido dificultades para obtener alimentos básicos para sus hogares, si han tenido que dejar de alimentarse durante todo un día debido a la falta de alimentos, qué estrategias han utilizado para hacer frente a la inseguridad alimentaria, si han dependido de la ayuda de familiares o amigos en el extranjero para obtener alimentos, su nivel de satisfacción con las medidas tomadas por el Gobierno para enfrentar la inseguridad alimentaria, y cuál ha sido la principal fuente de alimentos para su hogar. En esta última sección hay dos variables que se usarán como escalas. La variable “Dificul- tades para obtener alimentos básicos para su hogar” es una medida de la frecuencia se- manal de estas dificultades en los últimos tres meses. Esta variable tiene las siguientes El rol de la economía informal en la mitigación de la inseguridad alimentaria en Cuba A rístides A. V ArA H ornA 11 categorías: “nunca”, “de 1 a 2 veces a la se- mana”, “de 3 a 4 veces a la semana”, “de 5 a 6 veces a la semana”, “todos los días”. Estas categorías representan un aumento en la frecuencia de las dificultades para obtener alimentos básicos, desde “nunca” (que indi- ca ninguna dificultad) hasta “todos los días” (una dificultad constante). La variable “Dejar de alimentarse durante todo un día porque los alimentos no alcanzaban” es una medida de la frecuencia de esta circunstancia extre- madamente grave de inseguridad alimenta- ria en los últimos tres meses. Esta variable tiene las siguientes categorías: “no”, “1 vez”, “2 veces”, “3 veces”, “4 veces”, “más de 5 veces”. Estas categorías representan un aumento en la frecuencia de dejar de alimentarse durante todo un día, desde “no” (que indica que esto nunca ocurrió) hasta “más de 5 veces” (ocu- rrió más de 5 veces). En ambos casos, un va- lor más alto en la escala indica una mayor inseguridad alimentaria. PROCEDIMIENTO La encuesta fue aplicada utilizando medios digitales vía internet. Las personas encues- tadas, una vez informadas de los objetivos y protección de datos personales y confiden- cialidad de la información, han dado su con- sentimiento de participación. Para validar la identidad de cada participante se usó la au- tenticación vía correo electrónico. Se evitó de esa forma duplicación de encuestados. La encuesta estuvo disponible duran- te la tercera y cuarta semana de abril de 2023. Las respuestas de cada encuesta han sido registradas automáticamente en una matriz de tabulación tipo R (sujetos x varia- bles) y luego exportada a formato CSV. La depuración de los datos consistió en excluir casos duplicados, incompletos por encima del 30 %, o casos con respuestas sin varia- ción o aquiescentes. En este estudio se empleó la regresión li- neal para examinar la relación entre las difi- cultades para obtener alimentos básicos para el hogar y varias variables predictoras rela- cionadas con la economía informal y otras variables demográficas. Cada coeficiente de la regresión lineal representa el cambio es- perado en la variable de respuesta para un cambio de una unidad en el predictor co- rrespondiente, mientras que todas las demás variables se mantienen constantes. Un coefi- ciente positivo indica que un aumento en la variable predictora se asocia con un aumento en la variable de respuesta, y un coeficiente negativo indica que un aumento en la varia- ble predictora se asocia con una disminución en la variable de respuesta. El valor t representa la estadística t de Student y se utiliza para probar la hipótesis nula de que el coeficiente de la variable pre- dictora es igual a cero (es decir, que la va- riable predictora no tiene efecto sobre la variable de respuesta). Un valor t más alto en magnitud indica una mayor evidencia en contra de la hipótesis nula. El valor p o p-va- lor es la probabilidad de obtener una esta- dística t tan extrema como la observada, o más extrema, si la hipótesis nula es verda- dera. Un p-valor menor a un nivel de signi- ficancia preestablecido (como 0,05) permite rechazar la hipótesis nula y concluir que la variable predictora tiene un efecto significa- tivo sobre la variable de respuesta. Por últi- mo, los intervalos de confianza representan el rango dentro del cual podemos estar ra- zonablemente seguros de que se encuentra el verdadero valor del coeficiente, dado un El rol de la economía informal en la mitigación de la inseguridad alimentaria en Cuba A rístides A. V ArA H ornA 12 cierto nivel de confianza (generalmente el 95 %). Si el intervalo de confianza para un co- eficiente no incluye cero, esto también indica que la variable predictora tiene un efecto sig- nificativo sobre la variable de respuesta. Además, se utilizaron errores estándar robustos en el análisis para controlar la he- terocedasticidad. La heterocedasticidad se produce cuando la varianza de los errores (la diferencia entre los valores observados y los predichos por el modelo) varía con el ni- vel de una o más variables independientes. Los errores estándar robustos proporcio- nan estimaciones más precisas de los erro- res estándar de los coeficientes cuando hay heterocedasticidad, lo que a su vez conduce a pruebas de hipótesis más precisas y a inter- valos de confianza más precisos. Todos los análisis de datos se realizaron mediante el paquete estadístico SPSS v.28 y Stata 18. RESULTADOS INSEGURIDAD ALIMENTARIA El 93 % de los encuestados ha tenido dificul- tades para obtener alimentos básicos para su hogar en los últimos tres meses (figura 1). La mayoría, con un contundente 47,4 %, informó que tiene dificultades para obtener alimen- tos básicos para sus hogares todos los días. Esta cifra, junto con el 7,6 % que experimenta dificultades 5 a 6 veces por semana, sugiere que más de la mitad de la población encues- tada (55 %) enfrenta problemas de acceso a alimentos casi a diario. Solo un pequeño por- centaje de encuestados, el 7 %, informó que nunca tuvo dificultades para obtener alimen- tos básicos en los últimos tres meses. Esta cifra es significativamente menor en com- paración con los porcentajes más altos de las otras categorías, lo que enfatiza la gravedad del problema. La figura 2 examina la incidencia de la inseguridad alimentaria extrema, donde los encuestados o alguien en su hogar se ha vis- to obligado a pasar un día entero sin comer debido a la falta de alimentos. El 44,3 % de los encuestados informó que en los últimos tres meses había experimentado al menos un día en el que no habían comido debido a la escasez de alimentos, lo que indica que hay una porción significativa de la pobla- ción que experimenta inseguridad alimen- taria extrema. Entre estos, el 13,5 % informó que esto ocurrió una vez, el 9,3 % dos veces, el 7,2 % tres veces, el 3,8 % cuatro veces y 10,4 % informó que esto sucedió más de cin- co veces. Para enfrentar la escasez de alimentos, los encuestados han tenido que comprar ali- mentos menos nutritivos (50,3 %), reducir el tamaño de las porciones (55,9 %), saltearse la comida (31,5 %), pedir ayuda a familiares o amigos (24,2 %) o buscar ayuda en orga- nizaciones no gubernamentales (4,1 %). Es- tos resultados reflejan las estrategias que los hogares cubanos están implementan- do para afrontar la inseguridad alimentaria. El hecho de que el 50,3 % de los encuesta- dos haya tenido que comprar alimentos me- nos nutritivos es preocupante, ya que puede tener graves implicaciones para la salud a largo plazo. Además, el 55,9 % de los encues- tados mencionó que tuvo que reducir el ta- maño de las porciones, lo que indica que los hogares están tratando de hacer que los ali- mentos duren más debido a la incertidumbre sobre la disponibilidad futura de alimentos, o que puedan alimentar a toda la familia. Aso- ciado a ello, es más preocupante que el 31,5 % El rol de la economía informal en la mitigación de la inseguridad alimentaria en Cuba A rístides A. V ArA H ornA 13 de los encuestados informó que ha tenido que saltarse comidas. Por otro lado, el 4,1 % de los encuestados ha buscado ayuda en organiza- ciones no gubernamentales y, aunque es un porcentaje bajo, esto refleja la importancia de la asistencia externa en la mitigación de la in- seguridad alimentaria. Sin embargo, este bajo porcentaje también puede indicar una limita- da disponibilidad o accesibilidad de esta for- ma de ayuda en Cuba. Finalmente, el 24,2 % de los encuestados ha tenido que pedir ayuda a familiares o amigos. Este porcentaje ilustra la importancia del apoyo social en tiempos de crisis y también resalta las dificultades de las personas para hacer frente a la inseguridad alimentaria por sí solas. Con respecto a lo anterior, la figura 3 se centra en la dependencia de la ayuda de fami- liares o amigos en el extranjero para obtener alimentos, un factor que revela la magnitud de la inseguridad alimentaria en Cuba. Se ob- serva que un tercio (33,3 %) de los encues- tados admitió que han tenido que depender de la ayuda de familiares o amigos en el ex- tranjero para obtener alimentos en los últi- mos tres meses. Esta proporción significativa indica la importancia del apoyo externo y la diáspora cubana en la mitigación de la inse- guridad alimentaria. Es importante observar que el 22,2 % de los encuestados prefirió no responder a esta pregunta. Este porcenta- je podría reflejar diversas realidades: por un FIGURA 1_ DIFICULTADES PARA OBTENER ALIMENTOS BÁSICOS PARA EL HOGAR 40 %60 %20 % Todos los días De 5 a 6 veces por semana De 3 a 4 veces por semana De 1 a 2 veces por semana Nunca 0 % 47,4 % 7,6 % 15,9 % 22,1 % 7,0 % FIGURA 2_ VECES EN QUE HAN DEJADO DE ALIMENTARSE DURANTE TODO UN DÍA 4 veces 3 veces 2 veces 1 vez No Más de 5 veces 10,4 % 3,8 % 7,2 % 9,3 % 13,5 % 55,7 % 40 %60 %20 %0 % FIGURA 3_ ¿HA TENIDO QUE DEPENDER DE LA AYUDA DE FAMILIARES O AMIGOS EN EL EXTRANJERO PARA OBTENER ALIMENTOS? No Sí Prefiero no responder 22,2 % 33,3 % 44,5 % 40 %60 %20 %0 %El rol de la economía informal en la mitigación de la inseguridad alimentaria en Cuba A rístides A. V ArA H ornA 14 lado, podría ser un indicador de una percep- ción negativa o de estigma asociado a la de- pendencia de la ayuda extranjera, o también podría señalar que estos encuestados están en una situación de precariedad, pero no tie- nen familiares o amigos en el extranjero a los que acudir en busca de ayuda. La figura 4 examina la percepción de los encuestados sobre las medidas tomadas por el Gobierno cubano para enfrentar la insegu- ridad alimentaria en los últimos tres meses. Se observa que el 68,2 % de los encuestados expresó estar “muy insatisfecho” con las me- didas gubernamentales. Este es un porcenta- je muy significativo y refleja un alto nivel de descontento entre la población con respec- to a las acciones del Gobierno para abordar la inseguridad alimentaria. Señala que, para una gran mayoría, las políticas y estrategias im- plementadas por el Gobierno son percibidas como inadecuadas o insuficientes. Un adicio- nal 16,1 % de los encuestados manifestó es- tar “insatisfecho”, lo que eleva la proporción total de encuestados insatisfechos (“muy in- satisfechos” e “insatisfechos”) a más del 84 %. Apenas el 11,9 % de los encuestados indi- có una postura neutral (“ni uno ni otro”), lo que sugiere que pocos encuestados no tienen una opinión negativa o positiva con respec- to a las acciones del Gobierno. La cantidad de encuestados que expresaron satisfacción (“satisfechos” y “muy satisfechos”) fue extre- madamente baja, sumando solo un 3,9 %. Este dato subraya la insatisfacción generalizada con respecto a las medidas gubernamenta- les para enfrentar la inseguridad alimentaria. La figura 5 examina las principales fuen- tes de alimentos para los hogares cubanos en los últimos tres meses. De modo global, los resultados destacan la importancia de la economía informal y los mercados privados como principales fuentes de alimentos para los hogares cubanos, lo que evidencia la ne- cesidad de políticas y estrategias que reco- nozcan y aborden estas dinámicas. En efecto, el 47,6 % de los encuestados indicó que los FIGURA 4_ SATISFACCIÓN CON LAS MEDIDAS TOMADAS POR EL GOBIERNO PARA ENFRENTAR LA INSEGURIDAD ALIMENTARIA Muy satisfecho Satisfecho Ni uno ni otro Insatisfecho Muy insatisfecho 40 %80 %60 %20 %0 % 1,8 % 2,1 % 11,9 % 16,1 % 68,2 % FIGURA 5_ PRINCIPAL FUENTE DE ALIMENTOS PARA LOS HOGARES CUBANOS Mercados estatales Mercados privados Mercados informales Agricultura familiar o autoabastecimiento Ayuda de familiares o amigos en extranjero 40 %60 %20 %0 % 10,6 % 24,3 % 47,6 % 5,1 % 12,4 %El rol de la economía informal en la mitigación de la inseguridad alimentaria en Cuba A rístides A. V ArA H ornA 15 mercados informales fueron su principal fuente de alimentos. Este dato destaca el pa- pel crucial de la economía informal en la miti- gación de la inseguridad alimentaria en Cuba, sobre todo en un contexto de crisis econó- mica y escasez de productos básicos. Las re- des informales pueden ofrecer una variedad de alimentos que quizás no estén disponibles en los mercados formales, pero este porcen- taje también puede reflejar la falta de alimen- tos en estos mercados. En la misma línea, los mercados privados fueron la segunda fuen- te más común de alimentos, con un 24,3 % de los encuestados que los seleccionaron como su principal fuente de alimentos. Este por- centaje sugiere que la emergencia del sector privado está cambiando los patrones de con- sumo y las fuentes de alimentos de los hoga- res cubanos. Por otro lado, solo el 10,6 % de los en- cuestados indicó que los mercados estatales eran su principal fuente de alimentos. Este dato refleja las limitaciones y desafíos de los mercados estatales en términos de oferta de productos, variedad y calidad. Un 5,1 % de los encuestados informó que la agricultura fa- miliar o autoabastecimiento era su principal fuente de alimentos, lo que podría reflejar la relevancia de las estrategias de supervivencia locales y familiares en la mitigación de la in- seguridad alimentaria. Finalmente, un 12,4 % de los encuestados dependía principalmen- te de la ayuda de familiares o amigos en el extranjero para obtener alimentos. Este por- centaje ilustra la relevancia de las remesas y la ayuda externa en el contexto de la insegu- ridad alimentaria en Cuba. CRISIS DE INGRESOS E INFLACIÓN La figura 6 muestra la distribución de las prin- cipales fuentes de ingreso familiar en Cuba durante los últimos tres meses. En Cuba el principal empleador es el Estado, por lo que se espera que la mayor fuente de ingresos en los hogares sea el empleo público. Sin embar- go, solo el 41,8 % de encuestados lo refiere. Es decir, aproximadamente en 6 de cada 10 fami- lias cubanas el principal ingreso económico proviene de fuentes ajenas al Estado. Al res- pecto, el empleo privado representa el 12,7 % de la principal fuente de ingresos, un por- centaje relativamente bajo que evidencia las restricciones que todavía existen para el cre- cimiento y desarrollo del sector privado en Cuba. En la misma línea, el trabajo por cuen- ta propia se destacó como la principal fuente de ingresos para el 17,7 % de los encuestados. Este porcentaje indica la relevancia del sec- tor informal y de los microemprendimientos para la economía familiar en Cuba. Dadas las dificultades económicas actuales, es proba- ble que muchas personas estén recurriendo FIGURA 6_ PRINCIPAL FUENTE DE INGRESOS EN EL HOGAR Empleo privado Remesas Trabajo por cuenta propia Agricultura Otras Empleo público 41,8 % 12,7 % 8,0 % 17,7 % 3,6 % 16,2 % 40 %60 %20 %0 %El rol de la economía informal en la mitigación de la inseguridad alimentaria en Cuba A rístides A. V ArA H ornA 16 a actividades por cuenta propia para com- plementar sus ingresos. Adicionalmente, el 16,2 % de los encuestados indicó otras fuen- tes de ingresos. Este resultado podría abarcar una variedad de actividades, desde trabajos ocasionales y trabajos de medio tiempo has- ta actividades informales. También podría incluir fuentes de ingresos no tradicionales, como la venta de bienes usados, la realización de trabajos ocasionales o la participación en economías subterráneas. Por otro lado, el 8,0 % de los ingresos fa- miliares principales proviene de remesas (ayuda de familiares y amigos que viven en el extranjero). Finalmente, la agricultura es la principal fuente de ingresos para el 3,6 % de los encuestados, un porcentaje relativamen- te bajo que refleja las limitaciones de la agri- cultura como fuente de ingresos en un país donde gran parte de la tierra es propiedad del Estado. Los hogares pueden tener más de un agente que genera ingresos familiares. Sin embargo, el 32 % de los encuestados indi- có que solo un miembro ha aportado al in- greso familiar en los últimos tres meses. Esta cifra podría señalar una dependencia econó- mica significativa de uno de los miembros de la familia, potencialmente el jefe o jefa de ho- gar. En un contexto de inseguridad económi- ca, esta dependencia puede exponer a estas familias a un mayor riesgo de pobreza e in- seguridad alimentaria si ese miembro pier- de su fuente de ingresos. Por otro lado, en un 39,4 % de los hogares dos miembros han con- tribuido al ingreso familiar. Este dato sugiere una distribución más equitativa de la respon- sabilidad económica, lo que podría ayudar a mitigar algunos de los riesgos asociados a la dependencia de un solo ingreso. En el 16,3 % de los hogares tres miembros han aporta- do al ingreso. Este escenario puede indicar una mayor diversificación de las fuentes de ingresos, lo cual puede ser beneficioso en términos de estabilidad económica y resis- tencia a posibles impactos económicos. Por último, en el 11,7 % de los hogares cuatro o más miembros han contribuido al ingreso fa- miliar. Esta situación podría indicar una es- trategia de supervivencia donde todos los miembros capaces de trabajar contribuyen de alguna manera al sostenimiento de la fa- milia. Sin embargo, también podría reflejar la necesidad de que múltiples miembros traba- jen para cubrir las necesidades básicas, dada la precariedad económica. La figura 7 ofrece información sobre cómo han evolucionado los ingresos fami- liares en los últimos tres meses en compara- ción con el período anterior. En general, los datos sugieren que la mayoría de los hogares están enfrentando dificultades económicas, con más de la mitad de ellos experimentando una disminución en sus ingresos. En efec- to, podemos observar que un 32,6 % de los encuestados informó que sus ingresos “han disminuido mucho” en los últimos tres me- ses. Este dato es preocupante, dado que puede traducirse en una reducción signifi- cativa de la capacidad de estos hogares para cubrir sus necesidades básicas, incluyendo la alimentación. Un 21 % de los hogares re- portó que sus ingresos “han disminuido un poco”. Aunque esta disminución puede ser menos dramática que la anterior, aún sugiere dificultades económicas crecientes para una parte importante de la población. Por otro lado, el 30,4 % de los hogares in- dicó que sus ingresos “están igual” que en el período anterior. Si bien esta estabilidad El rol de la economía informal en la mitigación de la inseguridad alimentaria en Cuba A rístides A. V ArA H ornA 17 podría interpretarse positivamente, es im- portante considerar el contexto de inflación y alza de precios en el país, que puede ha- ber erosionado el valor real de estos ingre- sos, y reducido el poder adquisitivo de estos hogares. Un 9,9 % de los hogares informó que sus ingresos “han aumentado un poco”. Esto po- dría deberse a diferentes factores, como la obtención de empleos adicionales, aumentos salariales o recibir remesas del extranjero. Fi- nalmente, el 5,4 % de los hogares reportó que sus ingresos “han aumentado mucho”. Esta es una minoría en el contexto general, pero no deja de ser una señal positiva. Cuando se pregunta cuál de las fuen- tes de ingreso ha disminuido más durante el primer trimestre, el empleo público ocu- pa el primer lugar con el 33,2 %; mientras que cuando se pregunta cuál fuente de ingreso ha aumentado más, el empleo privado y cuenta- propista ocupa el primer lugar con el 28 %. En la figura 8 se muestran las percep- ciones de los encuestados sobre el aumento de los precios de los productos básicos. Este tipo de información es crucial para entender cómo la inflación está afectando el poder ad- quisitivo de las personas y su capacidad para satisfacer sus necesidades básicas, incluyen- do la alimentación. El 85,7 % de los encuestados ha obser- vado un aumento en el precio del arroz y el 82,2 % en el del aceite. Estas son cifras sig- nificativas, dado que el arroz y el aceite son alimentos básicos esenciales, por lo que su encarecimiento puede tener un impacto di- recto en la dieta de las familias. Los huevos y la leche, que son fuentes importantes de proteí- nas, también han sufrido aumentos de precios según el 74,8 % y el 66,7 % de los encuestados, respectivamente. El 42,8 % de los encuesta- dos ha notado un incremento en el precio de la harina, un alimento básico que se usa para hacer pan y otros productos de panadería. FIGURA 7_ CAMBIOS EN LOS INGRESOS FAMILIARES 30 %40 %20 %10 %0 % Han aumentado mucho Han aumentado un poco Están igual Han disminuido un poco Han disminuido mucho 5,4 % 9,9 % 30,6 % 21,1 % 32,8 % FIGURA 8_ PRODUCTOS QUE HAN AUMENTADO DE PRECIOS SEGÚN LA EXPERIENCIA DE LOS ENCUESTADOS 80 %100 %60 %20 %40 %0 % Arroz Aceite Leche Otros Harina Jabón Huevos 85,7 % 82,2 % 74,8 % 66,7 % 51,7 % 42,8 % 39,5 %El rol de la economía informal en la mitigación de la inseguridad alimentaria en Cuba A rístides A. V ArA H ornA 18 En el caso del jabón, el 51,7 % de los par- ticipantes ha observado un aumento de pre- cios. Este producto no es un alimento, pero sí es un bien esencial para la higiene y la sa- lud. Finalmente, el 39,5 % de los participan- tes ha observado incrementos de precios en “otros” productos, lo que sugiere que la in- flación está afectando una variedad de bie- nes y no solo aquellos que se enumeran en la encuesta. La figura 9 describe las percepciones de los encuestados acerca de la facilidad para encontrar productos básicos a precios ase- quibles en los últimos tres meses. Se puede observar una clara tendencia hacia la difi- cultad en la adquisición de estos productos. El 72,1 % de los encuestados reportó que ha sido “muy difícil” encontrar productos bási- cos a precios asequibles. Esta cifra se eleva a 89,4 % si sumamos aquellos que lo han en- contrado “difícil” (17,3 %). Esto evidencia una problemática mayor que involucra la accesi- bilidad a bienes de consumo básicos en un contexto de crisis económica e inflación que afecta a los productos esenciales. Por otro lado, tan solo el 1,3 % de los en- cuestados reportó que fue “fácil” encontrar estos productos, y apenas un 2 % dijo que fue “muy fácil”. Esto demuestra que, para la gran mayoría de los hogares cubanos en- cuestados, el acceso a alimentos y otros pro- ductos básicos a precios asequibles es una lucha constante. Adicionalmente, el 7,4 % de los participantes reportó que la dificultad para encontrar estos productos fue “ni difí- cil ni fácil”, lo que podría interpretarse como una situación de incertidumbre o fluctua- ción en la disponibilidad y los precios de es- tos productos. La figura 10 proporciona información so- bre cuáles productos básicos han sido más difíciles de encontrar en los últimos tres me- ses para los encuestados. Los alimentos des- tacan claramente como el bien más escaso, con un 57,6 % de los encuestados reportán- dolo como el más difícil de encontrar. Esto FIGURA 9_ ¿CUÁN FÁCIL HA SIDO ENCONTRAR PRODUCTOS BÁSICOS A PRECIOS ASEQUIBLES? 60 %80 %40 %20 %0 % Muy fácil Fácil Ni difícil ni fácil Difícil Muy difícil 2,0 % 1,3 % 7,4 % 17,3 % 72,1 % FIGURA 10_ PRODUCTO BÁSICO QUE HA SIDO MÁS DIFÍCIL DE ENCONTRAR 60 %40 %20 %0 % Alimentos Medicinas Productos de higiene Ropa Otro 57,6 % 29,5 % 6,0 % 2,9 % 4,1 %El rol de la economía informal en la mitigación de la inseguridad alimentaria en Cuba A rístides A. V ArA H ornA 19 resalta la gravedad de la inseguridad alimen- taria en Cuba, una preocupación que se ve agravada por la actual crisis económica. En segundo lugar, con un 29,5 %, las me- dicinas han sido otro producto esencial di- fícil de encontrar para una proporción significativa de los encuestados. Esta es una cuestión que tiene implicaciones directas so- bre la salud de la población y pone de mani- fiesto las dificultades que el sistema de salud cubano puede estar enfrentando para ga- rantizar el suministro de medicamentos a la población. Los productos de higiene, reportados por un 6 % de los encuestados, y la ropa, por un 2,9 %, también se mencionan como bie- nes difíciles de encontrar, aunque en menor medida. Finalmente, un 4,1 % de los encues- tados indicó “otro” producto como el más di- fícil de encontrar, lo cual podría abarcar una variedad de bienes. La figura 11 ofrece un panorama inte- resante acerca de dónde los cubanos han estado adquiriendo principalmente sus pro- ductos básicos durante los últimos tres me- ses. La mayor parte de los participantes del estudio (48,7 %) señala a los mercados infor- males como su principal fuente de suministro. Este dato es consistente con los problemas de desabastecimiento y la insuficiencia de los canales de distribución tradicionales en el país. Los mercados informales parecen haber surgido como una respuesta a estas dificultades, proporcionando a las perso- nas un acceso más fácil a productos bási- cos, aunque, probablemente, a precios más elevados. Por otro lado, el 26,5 % de los participan- tes se provee de mercados privados, mientras que solo el 11,5 % lo hace a través de los mer- cados estatales. Estos datos reflejan el cam- bio progresivo en la economía cubana, que ha experimentado un crecimiento del sec- tor privado, a pesar de las restricciones que aún existen. Es importante notar también el 8,5 % que menciona tiendas en moneda li- bremente convertible (MLC) como su princi- pal fuente. Este es un fenómeno más reciente en Cuba, donde se han abierto tiendas en las que se venden productos en una moneda ex- tranjera, principalmente el dólar estadouni- dense. Esto refleja una brecha en la sociedad cubana, dado que solo aquellos con acceso a divisas extranjeras, a menudo a través de re- mesas de familiares en el extranjero, pueden acceder a estos productos. Por último, el 4,8 % menciona “otros” como su principal fuente de suministros. Esto podría abarcar una variedad de op- ciones, incluyendo la agricultura de subsis- tencia o el intercambio directo de bienes y servicios. FIGURA 11_ TIPO DE ESTABLECIMIENTO DONDE HA COMPRADO PRINCIPALMENTE PRODUCTOS BÁSICOS 60 %40 %20 %0 % Mercados estatales Mercados privados Mercados informales Tienda en MLC* Otros 11,5 % 26,5 % 48,7 % 8,5 % 4,8 %Next >